Florecita González es una joven alegre y esforzada que vive en Zacatecas junto a su hermana Isela y su abuela Cleotilde. Las tres deciden viajar a los Estados Unidos, donde viven el padre y los hermanos de las dos jóvenes. Se embarcan en un peligroso viaje que les cuesta muchas lágrimas, pues Cleotilde fallece mientras cruzan el desierto y sus nietas se ven obligadas a enterrarla allí. Finalmente luego de un largo trayecto llega a la ciudad de Miami donde descubren que su padre Rubén ha caído preso del alcohol. Gabriela, su esposa y la madre de los hermanos los abandonó hace mucho tiempo, se ha vuelto a casar y también reside en Miami donde se desempeña exitosamente como conductora de televisión, pero todavía siente remordimientos al haber abandonado a sus hijos tan pequeños, mientras que éstos y su ex esposo la creen muerta.
Florecita, empeñosa como es, no pierde tiempo y empieza a buscar trabajo para mantener a su familia, ya que su padre sumido en la bebida está impedido para trabajar. Empieza a vender flores en la calle y en esos ires y venires un día conoce a Julio Alberto Castillo un joven de clase alta que está destrozado pues acaba de perder trágicamente a su novia Gloria el mismo día que se casaron. Pero la compañía desinteresada de Florecita comienza a reanimarlo poco a poco.
Julio Alberto es hijo de Rebeca Linares-Robles, una dama de sociedad frívola y ambiciosa, pero para su pesar, tanto ella como sus tres hijos viven de la caridad de su hermana gemela Raquel. Ambas hermanas se detestan y Raquel vive preocupada pensando que la única heredera de su fortuna será su odiosa hermana. Al quedarle poco tiempo de vida debido a una enfermedad terminal, decide hacer una jugada maestra y cuando conoce por casualidad a la joven vendedora de flores decide heredarle todo. Como es de esperar la reacción de Rebeca es de absoluta furia cuando se entera que una vendedora de la calle se quedará con todo, así que utiliza a su hijo Julio Alberto para quitársela de encima. El plan consiste en que el joven la enamorará, luego le propondrá matrimonio y cuando estén casados Rebeca se encargará de despojarla de todo y la echará a la calle. Para desgracia de Florecita, el plan resulta a la perfección. Pero a ella lo que más le duele fue la traición de Julio Alberto en quien confió ciegamente cuando él le hablaba de amor.
A pesar de la decepción y los malos ratos pasados, Florecita no se deja vencer y decide empezar de nuevo. Comienza a buscar otro trabajo y la contratan como empleada doméstica en la mansión Dalmacci, donde la reciben amablemente. Allí Florecita conoce a Sergio, el primogénito de la familia que como su padre tambié tiene problemas con el alcohol. La joven al ver el horrible estado en que se encuentra se compadece de él y lo ayuda a superar su adicción. La belleza de la joven y su alma llena de bondad conquistan a Sergio, quien le pide matrimonio. Pero Julio Alberto vuelve a aparecer en escena, rogándole a Florecita que lo perdone pues está muy arrepentido ya que mientras estuvieron juntos de verdad se enamoró de ella. Ahora Florecita deberá escoger si aceptar al hombre que le ha demostrado completa sinceridad y la quiere hacer muy feliz o al que le mintió una vez pero que no ha podido olvidar.
