Sinopsis

Gracias a su gran preocupación por el futuro de la gente, Odorico Cienfuegos gana la elección para presidente municipal de su pueblo haciéndoles una promesa que le gana el apoyo de la mayoría: les construirá un nuevo cementerio. Las personas que más lo ayudan a obtener el triunfo son sus tres seguidoras más cercanas, las hermanas Samperio, tres solteronas con quienes mantiene amoríos tan secretos que ni siquiera entre ellas sospechan una de la otra. Odorico tiene tres adversarios: Doña Bruna, líder de la oposición política; Homero, periodista local que le cuestiona todos sus actos de gobierno; y León, el médico recién llegado, quien se encarga de que nadie muera en el pueblo. La enemistad empeora cuando Valeria, la hija de Odorico, comienza un noviazgo intermitente con Homero y además está enamorada de León, pero éste la rechaza porque vive atormentado por una culpa del pasado. Odorico, desesperado, acepta traer al pueblo al moribundo primo de las solteronas para que, una vez fallecido, se inaugure el cementerio. Al enterarse Doña Bruna, consigue que León cure al moribundo. Angustiado por no tener un cadáver al cual enterrar, Odorico invita al pueblo al legendario matón Chuy Diablos, para propiciar que los integrantes de las familias rivales del pueblo se maten entre sí. Quien fallece accidentalmente es un policía. Odorico está feliz pues por fin inaugurará el cementerio, pero el finado es trasladado a su ciudad de origen, con lo cual se frustran las esperanzas del presidente municipal. León resuelve cada crisis de salud del pueblo con eficacia, sin importar que Odorico desmantele el centro de salud o mande robar las medicinas para atender la epidemia que azota al pueblo. En la noble labor de atender enfermos, le ayuda Valeria, con esto se da un acercamiento amoroso entre ellos. Homero se encela y despechado, decide irse del pueblo. Pero a pesar de los intentos de Valeria por conquistar a León, él no puede hacer a un lado los remordimientos que le impiden iniciar una relación con la joven. Por su parte, Odorico se ha obsesionado con Melissa, la ex esposa de su asesor político, al mismo tiempo, se encuentra muy ocupado en celar a Justina, una de sus novias solteronas, quien se ha relacionado estrechamente con Chuy Diablos. En medio de risas, humor y mucho amor, Odorico pasa la vida como presidente municipal, siempre ideando una serie de artimañas que le permitan inaugurar su panteón lo más pronto posible y así cumplir con su promesa de campaña.

Reparto